jueves, 14 de enero de 2010

Hasta que la muerte los separe



Hoy estaba con mi abuela, sentada en la hacienda que ella posee, lejos de Cusco por que debo aclarar que me gusta demasiado el campo, la libertad, el pasto, las flores, los típicos frutos llamados cerezos; es mucho mejor cuando empieza a llover y sientes el olor fresco de la tierra húmeda.


Mientras ayudaba a recoger un montón de troncos a mi abuela que posteriormente servirían como leña, reflexionaba sobre el esfuerzo que ella hacía por no tener a mi abuelo a su lado, divisaba sus ojos melancólicos, tristes, quizás recordando cuando mi abuelo le ayudaba en esa labor.


Mi abuelo falleció hace 7 meses y muchos de nosotros sentimos como si hubiera sido ayer, es muy difícil reconocer que ya no esta con nosotros, particularmente pienso con los ojos cerrados que mi abuelo continua en su hogar, sentado en aquel viejo mueble, esperando con una sonrisa sincera la visita de sus hijos, nietos, hermanos; pero al abrir los ojos me doy cuenta que no es verdad, que él ya no está aquí y unas lagrimas empiezan a rodar sobre mi rostro, su ausencia es como un puñal en el corazón, aun recuerdo los típicos :“Mami , tenemos que comprar Tuna para abuelito Vidalito” que consecutivamente expresábamos en los meses de enero, febrero ya que la fruta favorita de mi abuelo era la Tuna y es inevitable recordarlo ,sobretodo en estos días. Cuanto desearía hallar la famosa varita mágica para saber cuándo estará mi abuelo querido otra vez, a nuestro lado y no sentir el dolor de su marcha, pero se que esa idea jamás se hará realidad.

Mi abuela es una persona muy admirable, nunca abandonó a mi abuelo, ni en los peores y últimos momentos, era la mano derecha de mi abuelo, sin ella mi abuelo no hubiera surgido ya que muchas veces se sentía inferior debido a las enfermedades que poseía, siempre con optimismo, dulzura y amor. Mi abuelo constantemente agradecía a Dios por la esposa que le había brindado. Realmente aprendí que el verdadero amor si existe cuando observaba a mis abuelos, ella siempre ayudando a mi abuelo en todo lo que necesitara y mi abuelo dispuesto a prestar obediencia y apoyo, ambos vivían solos en una casa gigante, compartiendo muchos momentos que permanecerán atesorados eternamente en la memoria de mi abuela.


Bueno, seguía observando la mirada de mi abuela y en un momento inesperado empezó a llorar, yo muy preocupada le di un abrazo y ella repetía: “Aquellas flores, eran las favoritas de tu abuelo, no sabes cuanta falta me hace, ver su espacio vacio es un golpe muy fuerte para mi alma”.

Jamás mi abuela había sido tan expresiva, siempre intentaba adivinar que decían sus misteriosos ojos, quería leer su mente y saber que pensaba, que sentía ya que mi abuela es muchas veces reservada , mientras limpiaba sus afligidos ojos marrones , le dije:” Cuando amas con alma ,mente y corazón, ese amor por mi abuelo permanece contigo. Por tu vida pueden pasar muchas personas y no dejar huellas, pero cuando tú amas de verdad, los recuerdos y los momentos compartidos permanecen. La peor muerte es el olvido y siempre recordaremos a mi abuelito, es difícil aceptar que no esta aquí; pero no podemos dejar que el dolor no nos deje seguir, debemos rezar mucho para que mi abuelito este a lado de Dios y para que el amor nunca falte en la familia“.

Mi abuela intento calmarse, fuimos a tomar una bebida caliente y posteriormente rezamos por mi abuelito, no quería preguntar más por que seria como abrir la herida y echar alcohol incontrolablemente. Después vimos algunas películas y ella me agradeció por lo que dije, necesitaba unas palabras para poder calmar su dolor; se que superar la pérdida de mi abuelo no es tarea fácil, requiere mucho tiempo, es como si faltara una parte de tu cuerpo, una parte vital que no se puede reemplazar.

Muchas mujeres, como varones han sufrido el abandono eterno de la persona amada, yo siendo la nieta de mi abuelo, siento como si nos hubiera dejado el día de ayer; no imagino como será el sufrimiento al perder a la persona que juraste amar por siempre, muchos jóvenes lloramos al dar por finalizada una relación sentimental, pensamos que no puede haber algo peor y exageramos, pues esta situación no se compara con la muerte de alguien que verdaderamente amas.

Viendo el caso de mi abuela, ella llora todos los días y lo comprobé; nuevamente recalco que ella se encuentra en un proceso de superación, yo creo que el amor no muere simplemente trasciende y queda en ti. Ese amor que le brindaste a tu pareja no tiene que morir, ese amor es único y siempre lo va a ser; pero se debe estar consciente de que la vida sigue adelante y el dolor no debe ser un impedimento para poder surgir; es difícil aceptar que la persona que amas ya no está a tu lado, pero considero que esa persona se sentiría muy triste al ver sufrir a su esposo o esposa, lo que quiere es que sea feliz, recuerdo mucho una película llamada “Posdata :te amo”, la protagonista sufre la pérdida de su esposo y queda encerrada en la depresión y piensa que la vida concluyó por la ausencia de su esposo, después de una serie de sucesos, cartas, memorias ; se da cuenta que su esposo pretendía que ella encuentre la felicidad y empiece una nueva vida, una nueva actividad, etc. Como mencioné anteriormente el amor por esa persona no debe morir, por que esa es la verdadera muerte, aquella que tememos; nuestro ser querido ha desaparecido físicamente pero esta presente siempre, en sus recuerdos, incluso en nosotros mismos por que seguimos su ejemplo positivamente. Debemos rezar mucho por sus almas y apoyar a las personas que sufren la pérdida, no con simples palabras sino con hechos o acciones que demuestren que ellos no están solos, que poseen personas a su lado que los apoyan y no los dejaran solos.

Y milagrosamente hace 5 minutos acaban de llamar a mi casa, diciendo que el hijo de mi tío acaba de nacer y se llamará Vidal, como mi abuelo; es una alegría para toda mi familia y un regalo para mi abuelita; creo que iré sola en representación de mis papás y hermanos ya que se encuentran de viaje. Estoy muy emocionada, no se como sucedió esto, en el momento preciso mientras escribía sobre mi abuelo, ¡DIOS!...No se como concluir, abuelito yo se que fuiste tú. Te quiero mucho y siempre te recordaremos con una sonrisa, sobretodo mi abuelita, nunca la dejaremos sola.